El pasado día 31 de octubre celebramos Samhain, festividad en que los celtas celebraban que la rueda del año había dado una vuelta completa, es decir, el equivalente al Año Nuevo.
Yo suelo tomar esa fecha como el cambio de ciclo, hago balance de lo ocurrido en los últimos doce meses y me propongo nuevas metas. Este año, por supuesto, también lo he hecho pero no he tenido tiempo de sentarme a escribir sobre ello. Han sido unas semanas muy intensas en las que mi realidad me ha secuestrado de un modo asombroso.
Y lo cierto es que tiene sentido. El último ciclo fue bastante movido, bastante intenso y tiene coherencia que tanto su final como el principio del nuevo hayan llegado con un ritmo frenético.
Para resumir, el anterior ciclo había comenzado con una despedida que me hizo pasarlo bastante mal durante varias semanas, hasta que decidí plantarme y recomenzar; se ha cumplido un año de una historia que retomábamos, por decirlo así; ha acabado una historia que nunca debió comenzar y que podría haber tenido consecuencias enormes si hubiese tenido otro final; han dejado mi vida varias personas, alguna que ya ni siquiera estaba en ella, pero que, de un modo u otro, han sido momentos significativos; he tenido que renunciar a alguien a quien amaba pero que no me amaba a mí.
Después de varios ciclos más o menos tranquilos, sin demasiados altibajos, este último ha sido bastante convulso y, como decía, el nuevo ha llegado en la misma línea ya que, aunque aun no haya publicado sobre el tema, parece ser que soy alérgica al gluten (ya tenía otras alergias pero ninguna alimentaria), lo que ha supuesto un cambio total en mi día a día.
Ese sería el balance de lo pasado, en cuanto a mis propósitos y deseos para el nuevo ciclo, tengo la esperanza de que traiga cosas realmente positivas, es una especie de pálpito o intuición; en cualquier caso, tengo la intención de atraer lo mejor con mis buenos pensamientos 😏.
En fin, que tengo varios proyectos que pretendo poner en marcha en las próximas semanas y un par de citas importantes para el mes de abril. El resto, lo iré viendo y afrontando conforme se vaya presentando.
Lo cierto es que, en general, tengo la sensación de que mi vida es un circo con la máxima de «más difícil todavía». Por eso, me despido por hoy con una canción con la que me identifico totalmente, aprovechando, además, que Queen está de moda (nunca debió dejar de estarlo).
Show must go on...
Después de varios ciclos más o menos tranquilos, sin demasiados altibajos, este último ha sido bastante convulso y, como decía, el nuevo ha llegado en la misma línea ya que, aunque aun no haya publicado sobre el tema, parece ser que soy alérgica al gluten (ya tenía otras alergias pero ninguna alimentaria), lo que ha supuesto un cambio total en mi día a día.
Ese sería el balance de lo pasado, en cuanto a mis propósitos y deseos para el nuevo ciclo, tengo la esperanza de que traiga cosas realmente positivas, es una especie de pálpito o intuición; en cualquier caso, tengo la intención de atraer lo mejor con mis buenos pensamientos 😏.
Por cierto, así estoy escribiendo en este momento... |
En fin, que tengo varios proyectos que pretendo poner en marcha en las próximas semanas y un par de citas importantes para el mes de abril. El resto, lo iré viendo y afrontando conforme se vaya presentando.
Lo cierto es que, en general, tengo la sensación de que mi vida es un circo con la máxima de «más difícil todavía». Por eso, me despido por hoy con una canción con la que me identifico totalmente, aprovechando, además, que Queen está de moda (nunca debió dejar de estarlo).
Show must go on...