A raíz de la última
entrada he querido comentar algo. No sé si lo parece, pero no soy muy dada a los halagos gratuitos. Considero que si los regalas a diestro y siniestro (o si los recibes de personas que los usan del mismo modo), no tienen ningún valor. No todo es genial, no todo el mundo es maravilloso y no todo es igual de bueno. Vamos, que no vivo en una película de Disney.
Lo que si es cierto es que, cuando algo me gusta, procuro dejarlo bien claro y por el mismo motivo: me gusta que reconozcan mi trabajo así que hago lo propio con los demás.
A la hora de comprar/alquilar productos/servicios, hay dos cosas que me parecen fundamentales y las busco en tándem: conocimiento y trato.
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Foto de Stuart Miles a través de Freedigitalphotos.net |