jueves, 30 de octubre de 2014

Se acerca Samhain

Estoy entusiasmada. Se acerca Samhain, uno de mis días favoritos del año. Aun tengo muchas cosas que hacer, ¡quiero que todo esté listo a tiempo!

Sombrero y escoba

Uno de mis objetivos para el viernes es haberme deshecho de muchos de los objetos que guardo. Espero muchas cosas del nuevo año así que tengo que hacer sitio (física y metafóricamente) para lo que está por venir.

Otra de las cosas que debo hacer es reflexionar sobre todo lo que este ciclo que está a punto de terminar me ha dejado y también sobre lo que se ha llevado. Una vez hecho esto, tengo que decidir lo que espero del próximo y los pasos que voy a dar para lograrlo. Y, por supuesto, está el layer cake de calabaza especiada y crema de queso que suelo hacer para esta fecha, este año es para repartirlo casi entero.

Si no sabes de qué hablo, Samhain es una fiesta que celebraban los celtas el 31 de octubre con motivo del final de los meses de luz y el inicio de la época oscura del año. También marcaba el final y comienzo de la rueda anual. Ellos creían que en esta fecha el velo que separa nuestro mundo del mundo de los difuntos se hacía más tenue. Esa noche daban su último adiós a las personas queridas que habían fallecido durante los últimos doce meses y dejaban comida y velas en las ventanas para ellos, para facilitarles el tránsito a su nueva vida.

Samhain era el momento de hacer balance, agradecer lo conseguido y proponerse nuevas metas (lo que casi todo el mundo suele hacer en el año nuevo).

Quiero hacer una entrada sobre la relación entre Samhain y Halloween. En general sobre muchos aspectos de la religión celta que la iglesia católica desvirtuó por motivos sociales y políticos pero hoy no me apetece. Te dejo unas fotos del montaje de lo que, para mí, es la Tarta de Samhain (porque, como he dicho, me gusta prepararla para este día).

La primera capa, la base.

Rasar con la lira para que los pisos queden equilibrados.

Poner una buena cantidad de crema sobre la base y colocar encima la siguiente capa.

Rasar con la lira la siguiente y última capa de bizcocho.

Cubrir con una primera capa de crema para fijar las migas que, inevitablemente, se desprenden.

Después de dejar enfriar al menos media hora en la nevera, volver a cubrir con otra capa de crema.

Hora de probarla.

No tiene mala pinta y su sabor es genial. La crema es muy dulce pero el bizcocho no, lo que lo equilibra y lo hace perfecto.


Que pases una feliz día de Samhain o Halloween, o lo que prefieras celebrar.




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