No sé si ya lo he dicho, pero me encanta cocinar. Es una de mis pasiones. Hoy mi hermana Gema me estaba preguntando algunas recetas y, entre ellas, estaba el pollo a la tunecina. Yo nunca lo había cocinado pero la receta me llamó la atención y, como no sabía qué hacer hoy para comer, decidí probarlo.
No he sido fiel a la receta, no suelo serlo. Soy andaluza y, para mí, las comidas deben llevar sal y pimienta, especias y vino. No todo, claro, el puchero no; pero sí todo lo demás. Además, la guarnición tradicional para esta receta es el arroz y yo ahora no como hidratos así que también la he cambiado.
No he usado pollo entero porque sólo me gusta la pechuga así que he usado tres pechugas deshuesadas. Si quieres la receta original, hay un montón en la red. De ahí la saqué yo. La mayoría eran recetas para Thermomix pero, de todas formas, te puedes hacer una idea de cómo se hace. Te digo los ingredientes que he usado:
2 cebollas grandes
3 pechugas de pollo
almendras crudas peladas
pasas sultana
1 vaso de vino tinto
2 cucharadas de azúcar moreno
1 cucharadita de cúrcuma
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharadita de pimienta negra
caldo de pollo
sal y pimienta al gusto
Primero, puesto que deben estar en remojo como media hora, puse las pasas en un bol con el vaso de vino tinto.
Corté las cebollas en juliana y las puse en la cacerola con un chorro de aceite, a fuego lento hasta que quedaron transparentes; en ese momento puse las pechugas (previamente salpimentadas) para que se sellaran por todas partes. En ese momento añadí también las almendras.
Unos minutos después, puse también las pasas con el vino, las especias con el azúcar y el caldo de pollo hasta casi cubrirlo todo.
Lo dejé cocer hasta que el pollo estuvo cocinado.
Por otro lado, pelé y fileteé cuatro manzanas (yo usé royal gala pero si prefieres un toque más ácido puedes usar granny, por ejemplo) y las coloqué en una cazuela de barro, encima puse tiras de bacon. No me atrevía a salpimentar porque el bacon suele dar su toque de sal y no soporto la comida salada así que le puse unos granos de pimienta roja y lo cubrí con unas tiras de queso en lonchas (tipo tranchetes). Metí la cazuela en el horno, previamente calentado a 180º, durante 20-25 minutos.
Ya sólo quedaba emplatar. Me encanta el toque crujiente que da la almendra mientras que el resto de ingredientes son tiernos. La salsa tiene un toque agridulce exquisito.
Este experimento ha salido bien. Si te animas a probarlo, cuéntame cómo te sale.
PS: Si te preguntas por qué no como hidratos ni azúcar pero sí grasas, puedes leerlo aquí.
PS: Si te preguntas por qué no como hidratos ni azúcar pero sí grasas, puedes leerlo aquí.
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